Terapia Online vs Presencial: Ventajas y Desventajas

Terapia online vs presencial: ¿qué modalidad elegir para iniciar terapia?

En Clinicapsicologica.uy acompañamos a muchas personas que aún dudan si empezar un proceso terapéutico. Una de las preguntas más frecuentes es elegir entre terapia presencial u online. Esa decisión suele estar teñida por expectativas, ansiedad y el afán de encontrar un espacio donde sentirse escuchado.

Para dimensionar lo extendido que es el malestar psicológico en adultos en Uruguay, una encuesta del GACH realizada entre abril y junio de 2021 reveló que el 30 % de la población adulta uruguaya tiene un nivel alto de malestar psicológico, mientras que otro 30 % lo reporta como moderado y el 40 % restante como bajo.Esta cifra sugiere que al menos seis de cada diez adultos en el país experimentan niveles que podrían beneficiarse de acompañamiento profesional.

Al mismo tiempo, en EE.UU, el 77 % de los psicólogos ya utilizan terapia virtual en su práctica, al menos parcialmente. Y globalmente, se estima que 1 de cada 5 personas (20 %) sufre un problema de salud mental cada año.

Estas estadísticas muestran dos realidades simultáneas: el malestar psicológico es una experiencia bastante común, y la modalidad online ya está integrada en la práctica profesional. Por eso es válido preguntarse no solo si acudir a psicoterapia, sino cómo hacerlo para que funcione para tu vida. A continuación analizaremos las características, ventajas y desafíos de ambas modalidades, para ayudarte a elegir la que mejor se adapta a tu situación.

¿Qué significa “terapia presencial” y “terapia online”?

Antes de entrar en lo bueno y lo menos bueno de cada modalidad, conviene que definamos claramente qué implican ambas en el proceso terapéutico. Cuando hablamos de terapia presencial, nos referimos al encuentro cara a cara en un consultorio, con todo lo que eso implica: desplazamientos, ritual espacial, contacto físico. En cambio, la terapia online utiliza herramientas tecnológicas como videollamadas o plataformas virtuales para mantener el vínculo terapéutico desde lugares distintos, adaptándose al contexto del consultante y al terapeuta.

Al comprender esa diferencia de base, podemos analizar mejor ventajas, desafíos y factores que conviene ponderar.

Ventajas de la terapia online

Para muchas personas, la modalidad online abre puertas que antes parecían cerradas. A continuación, algunas de sus fortalezas:

  • Permite que quienes viven lejos de centros urbanos o tienen movilidad limitada accedan a acompañamiento psicológico
  • Facilita que sesiones puedan encajar en agendas complicadas sin depender de traslados
  • Al eliminar desplazamientos se reducen costos logísticos y tiempo muerto
  • Para algunas personas, comenzar frente a una pantalla disminuye la ansiedad de “exponerse” al consultorio
  • Favorece la continuidad del tratamiento cuando emergen imprevistos como viajes, mudanzas o cambios en la rutina

Estas ventajas no son solo teóricas: en diversos trabajos se ha observado que la modalidad online puede mejorar la adherencia al tratamiento, justamente por eliminar obstáculos de acceso. 

Desafíos de la terapia online

Aun con sus fortalezas, la terapia online presenta contrapartes que es importante tener presentes para tomar una decisión equilibrada:

  • Problemas técnicos como cortes de conexión, fallas de audio o video pueden interrumpir el flujo emocional
  • Se pierde parte de la información no verbal sutil (postura corporal completa, microexpresiones, tensión corporal)
  • Necesitas un espacio privado en tu casa u otro lugar, sin interrupciones ni ruidos
  • En situaciones clínicas complejas o emocionalmente intensas puede resultar más difícil contener sin la presencia física
  • No todos los pacientes se sienten cómodos con herramientas digitales o tecnología como mediador emocional

Estos retos no invalidan la modalidad, pero marcan condiciones de éxito o riesgo que conviene tener en cuenta.

Ventajas de la terapia presencial

Cuando volvemos al formato presencial descubrimos que algunas fortalezas tradicionales siguen siendo relevantes, incluso en un mundo digital:

  • El encuentro cara a cara permite desplegar la riqueza del lenguaje corporal, la energía del espacio compartido y la presencia concreta
  • La separación geográfica entre vida diaria y espacio terapéutico ayuda a diferenciar lo que ocurre “afuera” de lo que sucede “dentro” de la sesión
  • En momentos de crisis emocional intensa, la presencia física brinda una contención inmediata más sólida
  • Permite el uso de materiales físicos, intervenciones directas, juegos, ejercicios compartidos o técnicas experienciales
  • No dependés de tecnología, ancho de banda ni plataformas virtuales

Estas ventajas la hacen especialmente valiosa en etapas donde el vínculo terapéutico necesita cimentarse con máxima sensibilidad.

Comparaciones según la evidencia

Para quienes dudan, puede reconfortar saber que estudios comparativos indican que no hay una diferencia definitiva en eficacia entre terapia online y presencial, al menos para muchos trastornos comunes. En términos de adherencia, mejora de síntomas y satisfacción, ambas modalidades han mostrado resultados similares. 

Sin embargo, algunos trabajos señalan que las modalidades híbridas (alternar sesiones presenciales y virtuales) pueden potenciar beneficios, combinando lo mejor de cada formato. 

Qué factores conviene evaluar para decidir

La mejor elección dependerá de ti. Aquí conviene mirar ciertos aspectos que pueden inclinar la balanza:

  • Tu nivel de malestar: en casos muy agudos podría favorecer empezar presencial
  • Tu capacidad de acceder a espacio privado y conexión confiable
  • Qué tan rígida es tu agenda o tu disponibilidad horaria
  • Qué tipo de técnicas se usarán en terapia (si requieren presencialidad)
  • Tu comodidad con la tecnología
  • La relación terapéutica: puede resultar útil comenzar presencial y luego alternar

Muchas veces no es necesario quedarse con una sola modalidad: una estrategia mixta puede ser más práctica y adaptativa a lo largo del proceso.

Conclusión

En Clinicapsicologica.uy creemos que la decisión entre terapia presencial o online no define tu proceso, sino que es una herramienta para sostenerlo de la mejor manera para ti.

Cada formato tiene fortalezas y desafíos, y lo esencial es que ese formato elegido te permita construir vínculo, sostener continuidad y hacer un trabajo psicológico profundo.

Ambos métodos funcionan cuando hay compromiso, acompañamiento profesional de calidad y coherencia terapéutica. Si tenés dudas sobre cuál modalidad podría adaptarse mejor a tu caso, podemos conversar juntos y ayudarte a decidir lo más adecuado para vos.

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